Por: Santos R. Guerra F.



Todos los días necesitamos cosas y ello tiene un precio que afecta nuestro presupuesto.
¿Sabías que además del precio que se paga para adquirirlo existe un precio oculto?

Este que no se refleja en la factura ni se paga al momento de comprar. Es un precio que afecta la calidad de vida, el ambiente y la salud. Debemos reflexionar sobre los costos de llevar un estilo de vida cómodo y satisfacer las necesidades sin tomar en cuenta el impacto social y ambiental que esto le ocasiona al planeta.

La tendencia verde está de moda, por todos lados y nuestras marcas favoritas lanzan mensajes ecológicos, pero es importante que como consumidores sepamos que todos estamos expuestos a los efectos secundarios de productos no amigables con el ambiente.

Productos Ecológicos no tan ecológicos como pensábamos

Los productos no ecológicos erosionan lentamente nuestro hábitat, contaminando el ambiente y poniendo nuestras vidas en riesgo. Este problema se debe a que la humanidad es incapaz de entender las señales de alarma que nos envía el planeta.

Se hace necesario alejarse del consumo de productos no-ecológicos y utilizar el poder de compra responsablemente. Hacer más, pensar diferente y adquirir una conciencia ambiental colectiva. Un producto se vende y existe porque tiene demanda.

Como consumidores se debe pensar mucho más en todo lo que hay detrás de un producto. Preguntarse; ¿Qué recursos utilizaron para su elaboración? ¿La empresa tiene alguna política ambiental? ¿El producto está hecho con materiales tóxicos? ¿La campaña de marketing verde es sincera y congruente con sus procesos?

Estas son algunas interrogantes que usted debe hacerse antes de comprar un producto, es la actitud que se debe adoptar… debe ser analítica y responsable lo cual requiere de un análisis permanente de las cosas.

No se puede aceptar productos tóxicos que ocasionan enfermedades como el cáncer o intoxicación por metales pesados, ni adquirir productos de las industrias que contaminan los ríos, el aire, o aquellos que deforestan inconscientemente los bosques.

Tampoco los que se obtienen de animales en peligro de extinción. En general no se puede seguir viviendo e ignorar la crisis ambiental que está consumiendo el planeta.

Todas las cosas tienen su historia: se diseñan, se fabrican, se venden, se compran, se desechan. Es el proceso natural de las cosas, ya es hora de que sean diseñadas ecológicamente y desechadas ecológicamente.

Comprar pensando Ecológicamente

Si usted adquiere, por ejemplo, una bolsa ecológica reutilizable “Made in China” ¿Se detiene a analizar si este producto realmente es ecológico? 

La mayoría de las bolsas ecológicas del mercado “Made in China” son fabricadas con plástico reciclado en China, al procesamiento hay que añadirle el impacto ambiental del transporte desde la fábrica, al puerto y el transporte marítimo.

Cuando está en Venezuela se suma, el impacto del transporte del puerto a la tienda y al consumidor final, todo eso genera consumo de energía y contaminación que afecta el ambiente.

Analizando esto, quizás comprar una bolsa de tela reutilizable “Hecho en Venezuela” posiblemente sea mucho más ecológico que una bolsa barata “Made in China”.

Desechar Ecológicamente

¿Sabía usted que las pilas usadas no deben arrojarse a la basura? Una pila de botón (como las de los relojes) puede contaminar toda el agua de una piscina.

Según las estadísticas, el 34% de la contaminación por mercurio que existe en el ambiente, proviene de las pilas (las que echamos a la basura).

Las pilas y los bombillos de bajo consumo (ahorradores), contienen Mercurio, un metal muy tóxico tanto para el ambiente y para la salud humana. Muchas personas desechan ambos en una bolsa junto con el resto de la basura.

Una vez que los bombillos se rompen en el proceso de recolección, liberan el mercurio que lleva en su interior. Las pilas en cambio se demoran un poco más de tiempo hasta que su envoltorio se deteriora o la pila incinera con la basura expulsado sus componentes tóxicos en el ambiente.

Si hasta ahora no sabía esto, es momento de investigar un poco más acerca de cómo debería desecharse los productos contaminantes cuando ya dejan de ser útiles.

¿Qué deberíamos hacer?

Tenemos que utilizar nuestro poder de compra responsable para participar en la creación de un futuro sustentable. Por el bien de todos. Al momento de comprar calcule el costo adicional de ese producto o servicio: ¿Su fabricación requiere la extracción de recursos no renovables? ¿Su producción pone en riesgo la vida de una especie amenazada? ¿Afectará su salud? ¿Afectará el ambiente? ¿Se puede reciclar o reutilizar?

Llegó la hora de ser un consumidor responsable para tener productos más amigables con el ambiente. Su decisión de compra tiene un poder, el de levantar o hundir a una marca, utilícelo.




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